El trabajo dignifica...MENTIRA!!!

Fe de weones… Ni cagando apoyo a Piñera, métanse eso en la cabeza, era una bromita, y nadie la entendió, como suele ocurrir.


Lúgubre día, sombrío destino, ¿cuando me veré en el mar, acostado en la arena, sin preocupaciones pues lo peor ya se habrá hecho? lo dudo; la vida te da desafíos todos los días, y siempre cada uno es peor que otro, quizás el termino no sea peor, talvez difícil o exigente, el punto es vernos complicados, viendo que nada tiene solución, muchas veces es así, no hay solución.

Este fin de semana que paso fue gratamente especial, personalmente bueno, corporalmente hablando para nada, fue un fin de semana de trabajo, donde por primera vez odiaba a mi jefe, atendía ordenes sin derecho a pataleo y no me quedaba mas que obedecer, fue una noche entera de trabajo, satisfaciendo a cada Rico MC Pato que me pedía algo (No señor, no tenemos Cuba Libre, pero hay cosmopolita, ¿se le ofrece?; No se preocupe, inmediatamente le sacamos al carne, disculpe por no saber que usted era vegetariana; Es coca cola simple, ¡oh! No se preocupe, ahora mismo le traigo Coca Light; etc, etc, etc.)

Claro fui un garzón, un garzón que viene de mas abajo que plaza Italia, dudo que algún espécimen que se haya encontrado en la casona sepa el nombre de mi comuna, pero seguramente sabían bien donde quedaba el apumanque, ni eso, solo se que eran unos judíos, bailando su música llena de acordeones y pitos, canciones que no son mas que tarareos de un weon a punto de perder la voz, Una mierda de música. Mucha gente se limitaba a lo que comía por su estricta religión, Más de algún varón de ese lugar tenía el pene circuncidado ¿o no son los judíos que hacen eso? O a lo mejor eran Árabes, quien sabe, la wea es que tenían plata, y mucha, algunos tenían marihuana, otros cara de problema, otros la cabeza tajeada (me refiero a Julián Efelbein, que asistió a la boda) otros la arrogancia no les permitía mirarme a los ojos, y hasta un viejo se atrevió a gritarme, agradezca que trabajaba porque quizás no hubiera tolerado esas cosas si actuaba como civil, ahí era una mierda uniformada, que solo llevaba copas, vasos y vino.

Pero a pesar de subsistir en un lugar no apto para mi, donde todo era nuevo, donde al lado de la casona había gente con pantuflas sin suela, muriendo de hambre o sed, y estos bribones botando bebida y comida, es hay donde me encuentro con la tan manoseada desigualdad, cuantas conversaciones empresaurias, cuanto empresaurio prepotente defendiendo a Piñera hasta la muerte, sin embargo, nada podía hacer, porque cuando entras en el mundo laboral, lo mejor es ver tus propios bolsillos, y en eso, debo admitir, soy muy bueno.