Señor

Feliz año se dice de partida. Nadie empieza algo a estas alturas sin esas palabras mágicas que nos llenan de una nostalgia festiva. Pero francamente las fiestas de fin de año no se comparan a las del resto del año, para mi solo es un cambio de número.
Más allá de eso, me he ensañado en descansar y trabajar ciertos fin de semana.
Garzonear en Espacio Riesco no te da muchas ventajas. Muchos deben creer que la paga es buena, cuando uno les comenta a los comensales se les descuadra la cara un poco, te miran con cara de lastima, pero no son capaces de darte propina, oh no! Los billetes no se sueltan en tiempos de crisis.
Espero que la cosa siga así porque estoy seguro que mi verdadera vocación es ser garzón y cargar copas y vasos. Aunque admito que no es tan agradable cuando te debes poner en la barra y servir tragos toda la noche y uno muerto de sed. De a poco se te calienta el hocico, como diria la doctora Cordero.
Bueno, Saludos.