Hasta mañana

A fin de mes (junio 2009) ya tengo que tener cerrado el semestre. El numero siete. Asombra lo rápido que se pasan los meses, los días, los atardeceres y las gotas de lluvia. Es un tema recurrente, no estoy descubriendo el mundo. Pero en serio, es asombroso.
Y hoy, además, fue un día anormal. No porque hubo temporal acá en Concepción, sino por que me quedé en mi pieza haciendo nada. Y a estas alturas del semestre, esta acción representa un peo en la cara para aquellos que se estresan. Es como sacar una hoja de Biblia para fumar marihuana, empujar a un niño que usa muletas o robarle el vuelto del pan a la mamá.
Pero me declaro des-estresado, pese a lo que piensen los agobiados de trabajo. Pese a su envidia y enojo. Llevo con orgullo esta condición, aunque mañana ya no sea así. Es algo pasajero, debo aprovecharlo y nadie me va a cagar.
Así que, voy a cantar esta canción y bailarla en la esquina.