Abrazaba la pila recargable para ver si el calor humano podía devolverle la energía. Al parecer ese un mito urbano más, porque mi añejo Mp3 sigue en silencio. La energía escasea en todos lados, pienso.
Empiezo a cantar en mi mente, una buena forma de reemplazar los audifonos total son esas cosas las que me relajan en días frios como hoy. Otras veces un abrazo apretado. Hoy día no habían abrazos al menos, no creo que lo hayan por un par de semanas.
A lo mejor si se hablará más seguido otro gallo gritaría. Es que yo soy muy mula, simplemente eso es lo que pasa.
Ya no quiero saber nada de estudio y eso que llevo tres días en ese negocio. Mal negocio en ese caso.
Ya chao.
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3 comentarios:
La contradicción eterna nomás poh.
Un abrazo.
Jajjajaja...hermosa dicotomía humana.
Cuídate.-
Es mejor una pila de abrazos que abrazar una pila.
Un gran saludo.
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